En esta segunda entrega de nuestro recorrido gastronómico por Alemania, continuamos explorando las delicias tradicionales que definen la identidad culinaria de cada región. Desde el norte hasta el sur, cada plato cuenta una historia única sobre costumbres, ingredientes locales y mucho sabor. ¿Preparado para seguir descubriendo? Aquí van cinco nuevas propuestas.
Este plato de peras, judías verdes y tocino combina sabores dulces y salados típicos del norte. En dialecto local se le llama Broken sööt (“dulzura rota”). Es un ejemplo perfecto de cómo la cocina regional puede ser sencilla pero profunda en sabor.
Col verde cocida con salchicha Pinkel es el plato estrella en Bremen y alrededores durante el invierno. Rico en sabor y calorías, es ideal para los fríos del norte alemán. Se suele acompañar con patatas cocidas, mostaza y salchichas de mett.
La Weißwurst (salchicha blanca) es el símbolo gastronómico de Baviera. Se sirve tradicionalmente con bretzels recién horneados, mostaza dulce y cerveza de trigo. Este desayuno bávaro se disfruta mejor por la mañana, ¡nunca después del mediodía!
Inventada en 1949 por Herta Heuwer, la Currywurst es probablemente la salchicha más famosa de Alemania. Solo en Berlín se consumen más de 70 millones al año. Se sirve la salchicha cortada, cubierta con salsa de tomate especiada y espolvoreada con curry.
Con denominación de origen protegida desde 2003, la Rostbratwurst de Turingia se caracteriza por su largo y delgado formato, y un sabor especiado con mejorana. Se asa a la parrilla y se sirve con pan y mostaza o chucrut.
Alemania es mucho más que salchichas y cerveza: es un país con una riqueza gastronómica tan variada como sus paisajes. Y tú, ¿cuál de estos platos tienes ganas de probar primero?